De manera general, se acepta que cuando el
punto coincide con el centro geométrico de la imagen, nos hallamos ante una composición estática.
Si el punto coincide con los ejes
diagonales de la imagen (generalmente cuadrada o rectangular), nos hallaremos
ante una composición en la que el punto contribuye a incrementar la fuerza
tensional de la composición.
En otras ocasiones, el punto no coincide ni
con el centro geométrico de la imagen ni con los ejes diagonales, en cuyo caso
su presencia puede resultar perturbadora, y simplemente contribuir a dinamizar
la imagen.
De manera general, se acepta que cuando el
punto coincide con el centro geométrico de la imagen, nos hallamos ante una composición estática.
Si el punto coincide con los ejes
diagonales de la imagen (generalmente cuadrada o rectangular), nos hallaremos
ante una composición en la que el punto contribuye a incrementar la fuerza
tensional de la composición.
En otras ocasiones, el punto no coincide ni
con el centro geométrico de la imagen ni con los ejes diagonales, en cuyo caso
su presencia puede resultar perturbadora, y simplemente contribuir a dinamizar
la imagen.
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